miércoles, 3 de febrero de 2010

Yes, I've gotta have faith...

Ya en plena mitad de semana la nueva rutina va tomando forma: me inscribí en un taller literario por fín, llamé a mi psicóloga para retomar la bendita terapia y hasta me acerqué a averiguar por cursos de idiomas.

Estoy más enchufada que nunca, mi hermano tiene razón cuando me dice que me apure a concretar cosas ahora antes de que la facultad me robe el envión, así que en eso estoy.

Por lo pronto, entre el fin de mi relación amorosa con F y la aparición de N en mi vida no doy pie con bola, pero hay descansos y generalmente son aquellos momentos en los que estoy con el segundo.Son horas de relax, de tranquilidad, de charlas y del let it be que hace que me calle, efecto que teniendo en cuenta mi verborragia constante no es ni se acerca a la poca cosa. Pocas son las personas con las que entiendo que el silencio no es tiempo perdido (amo esa canción).

Ahora estoy en lo de mi hermano menor, ayer me tocó ir a lo de mi hermano mayor (aunque él no estaba) con mi cuñada y aprovechamos para charlar un poco (aunque eso fue hoy a la mañana) y comprar los últimos detalles (el hágalo usted misma cuando ya se superaron los treinta deja de funcionar)
para la despedida de soltera de la futura esposa del hermano que me hospeda hoy. Siempre me gusta visitar a mis hermanos y aunque me cueste admitirlo, cada vez encuentro más cosas positivas en las mujeres que eligieron para compartir sus vidas.
Es cierto lo que dicen referente a mi rol de suegra, esa función la cumplo yo en mi casa... al ser la hermanita siempre buscaron mi aprobación ya que mi mamá es más libre y siempre quiere a todo el mundo; pero a medida que voy creciendo voy aflojando. Ya me van conociendo ellas también, el mejor ejemplo es que la que me presta su casa hoy cayó del trabajo con fibras de colores para mí. (Nota: todo lo que sea de librería me mata, no soy buena dibujando pero me encanta garabatear y escribir en letras gorditas y mientras más recursos mejor, gajes de la edad dicen, incluso ignorando que a los treinta y pico se puede tomar chocolatada)
Ya no intentan comprarme porque sería una estupidez, pero seguimos consolidando la confianza necesaria para compartir la vida de las personas que tanto queremos todas... yo estoy en las vidas de mis hermanos por naturaleza y ellas porque fueron elegidas, así que las cuatro tendremos que armarnos de paciencia para seguir viéndonos por muchos, muchos años más...



Y ahora completo esta entrada que me parecía inconclusa... acabo de charlar con NM (N Mambo) e intuyo que mis días van a ser muy divertidos escuchando lo que siempre me tocó decir a mí: "no quiero lastimarte, pero...". Está bien, me faltaba un poco de ajetreo y no está mal comenzar así el veinte diez...

(y anoto acá la canción que está en la tele para no olvidármela: la flaca)

1 comentario:

  1. Jajaja, esas frases de 'no quiero lastimarte, pero...' son mortales... con el paso del tiempo te cagas de risa, porque recordás haberla dicho vos, y porque siempre sospechás que el otro lo dice como excusa :P

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