viernes, 1 de febrero de 2013

Nube de fibra óptica

Caminando en el cielo suelo sentirme cayendo, en las nubes aplastada, no reboto, me quedo horas. Horas en cada nube, hasta que mi cuerpo logra vencer sus hilitos de fibra y caigo sobre otra y otra, siempre cielo.
Caminar en el cielo me gusta, caminando en el cielo soy infinita o y diminuta, soy eterna o e inmediata. Caminar en el cielo es esa melodía repetida de agudo y grave, grave y agudo que me permite vivir. Si no pudiera caminar en el cielo no estaría caminando en la tierra; a veces pienso que todo es una ilusión y me siento normal.