viernes, 30 de septiembre de 2016

agh agh agh

Hello viernes.
El dolor de muela? bien, gracias, sigue acá conmigo.
Las ganas de putear a todos? bien, gracias, también siguen acá. 
Ayer tuve que cambiar unos shorts que me quedaban y me impuse ante la vendedora que me quería hacer ir a Martinez porque mi regalo había sido comprado en outlet. No soy de acá, no sé llegar a Martinez, por favor cambiámelo. Cara de perro mojado y éxito.



No puedo, sigo demasiado enojada con la vida como para escribir algo decente.

Conseguí el teléfono del vecino y le pedí, antes de ayer 1am le pedí por mensajito que por favor me baje el partido de Boca porque había llegado tarde de cursar y trabajar. Me llamó, me cagó a gritos (de hecho se escuchaba desde mi habitación cómo él gritaba caminando por su casa). Desubicado total. Y me dijo que soy una estúpida y que me ponga algodón. Acto seguido subió el volumen al doble y tuve que dormir con auriculares, llorando de la bronca de no saber qué herramientas están a mi alcance para frenar a este tarado.

Conclusión, es viernes, quiero dormir y mi único deseo es que el idiota del vecino se haya mudado al país más lejos que se les ocurra.

Mentira, esa no es la conclusión. ¿Ya dije que estoy realmente enojada estos días? No es premenstrual ni nada, simplemente estoy furiosa; me decantaron varias situaciones y reflexiones que me tienen del-or-to. Pero bueno, ahora me indigné porque leí unos escritos de puaners, como yo, y de una amiga psicóloga. Parece que si no nombran lo múltiple entonces no existiera. Esa manía eterna de dejar ver los mecanismos del pensar. Está buenísimo, lo múltiple existe, incluso podemos debatir horas acerca de si múltiple y plural son o no lo mismo. Es como la deconstrucción. Calculo que Derrida no habría elaborado su pensamiento si hubiera sabido la cantidad de veces que la gente lo iba a usar para parecer culto. La puta madre, si querés deconstruir hacelo, pensa así, es fantástico... pero no tenemos necesidad de hacer todos el mismo tipo de poesía, todos el mismo tipo de literatura. Todo hablando y girando alrededor de una-de-las-mil-ideas-de-filósofos-alucinantes y de palabras sueltas. Animémonos a algo distinto, a crear lo múltiple sin nombrarlo, a pensar deconstruyendo. A veces prefiero una anécdota cotidiana. Prefiero transformar eso en un hecho literario, con su pasión y sus broncas, que pretender que la escritura de la meta-escritura  es la mejor literatura que hay. NOT! 

martes, 27 de septiembre de 2016

Happn 1 - Barbie 0

Hola martes! 
Hoy es martes de La Grande pero no voy a ir, logré que mi madre venga a visitarme.
La manía de mis padres de sentirse culpables por todo, en especial mi mamá que la invito una y mil veces y no viene.
Necesito un poco de amor de madre, de hermanos, de padre, de mis gatos. Un poco de cariño nomás.

Me inquieta el presunto hecho de que si sos bueno te pasan cosas buenas pero que putamente nadie ni nada te garantiza que a al gente mala le pasen cosas malas, o por lo menos no le pasen cosas excelentes. O sea que, como me creo buena, debo esperar cosas buenas; pero y entonces tanta muerte y tanta mudanza para qué? debo ser mala.
Por lo tanto, solo por hoy pienso que nada más hay hechos. Está el hecho frustrante de que estoy cansada, estudiar cada vez me cuesta más, el trabajo es trabajo y no estoy cambiando el mundo precisamente. Tampoco estoy marcando la diferencia ni estoy siendo relevante en muchas vidas, incluyendo la mía, porque estoy tan cansada que no sé por dónde ando. (Ay qué tremendista)
Está el otro hecho. El del otro, un otro que logra llevarse su arte a Europa cuando nunca le interesó ni el arte ni Europa. Entonces pido ayuda para no frustrarme hasta el agotamiento y entonces creo que, finalmente, viene mi mamá.

Frené a 0. Borré a la mierda Happn y Tinder después de que el domingo saliera a tomar mates con uno que me llevó a la fuente en la que tiró las cenizas de su perra. ¡¿Cómo?! Sí, y me contó que miró las cenizas y que el horno debe haber estado a mínimo, porque había partes que parecían ser huesitos. También imitó cómo robaba comida de la mesada de la cocina y me contó cuán compañera era. (*la imitación consistió en él saltando, con las manos para adelante y la lengua afuera)
A todo esto, el pibe es sociólogo, doctorado en algo groso, y yo (prejuiciosa) pensé que iba a ser interesante. Resultó ser un goma que no paraba de hablar de él, una impunidad total para decirme que mi carrera es inútil (yo estudio Letras y él es sociólogo... el tuerto se rie del degollado, claramente) y yo con mis pensamientos cínicos de "así la querés poner, flaco?". Se lo dije y también que después de tres años de muerta su perra podía, tranquilamente, conseguirse otra. También le tiré que mucho no coincidíamos en el orden de prioridades que le asignmos a las cosas. Ya sé que es cruel, amo a mis gatos. Tengo dos y hace unos meses falleció mi mascota Brigitte, que compartió conmigo 12 años, pero dale... no me imagino qué hará cuando se le muera un humano.
Lo paradójico es que me dijo que sabe que, para ponerla mucho hay que ser músico (y no sociólogo, calculo). No, basicamente hay que no-ser tan idiota como vos :) . Muy divertido que me explique a mí cómo funciona la fascinación por los músicos, aunque no entiende demasiado, porque se piensa que a las minas únicamente nos gustan los rickymartines o los andrescalamaros. 
En 15 años nunca fui al cementerio y este pibe me lleva al lugar de las cenizas de su perra justo en el momento en el que más enojo siento. En toda mi vida jamás había sentido tanto enojo como estos últimos días. Qué suerte tuvo de que no descargue mi ira con él. En cambio, como mencioné en un post de hace mucho, cada vez que siento este enojo me duele la muela de juicio (bueno, no la muela sino todo lo que conlleva, la muela, con M de mierda).
Ese es mi indicador de que estoy en el horno (espero que esté a mínimo como el del crematorio de mascotas) y que tengo que parar.
 En fin, meché mi catarsis con una de mis tantas-tantísimas historias de las redes sociales. Pero sí, tengo que frenar. No es que me esté garchando a todos ni nada, mis historias son más bizarras que hot (como que el pibe resultó ser enano y no me lo dijo de antemano, o el pibe que se llevó lo que quedaba del vino para no gastar en su casa-a la que no fuimos, o el que se fue a lavar los dientes con cepillo y pasta en medio de Antares...), pero me siento en un espiral que me llevó a un punto que detesto y con un dolor de muela que me está sacando toda la alegría.

Ah, a todo esto, con el pibe del domingo compartí dos horas y moneda. De las dos horas totales mi turno de habla total consistió en 15 minutos. Imitó ataques de karate mientras caminábamos por los bosques de Palermo, a su perra y me contó todo lo que no me interesa, o sea: su vida. Pero no me interesa porque me sentí un maniquí. Un maniquí muy potro pero un objeto al fin.


Ya lo sabemos, todos tenemos un poco de miedo (rocknacional dixit)



viernes, 23 de septiembre de 2016

MI VECINO Y EL PORNO

Feliz llegada de la primavera!

Que me lluevan monografías hechas :), un buen chongo y un plus vacacional
Miércoles de oficina, café con leche y tres medialunas, así se empieza esta primavera. Los tres meses en los que todas nos ponemos predeciblemente más idiotas por sacar el mejor culo, las mejores piernas. Yo no digo nada, empecé a hacer deporte hace tres semanas, soy una campeona porque me adelanté al 21 de sep. y a mis 25, jajaja.

Colgué esta entrada (bastante nimia igual) y se me cayó el viernes encima. No fueron las únicas medialunas las que comí ese día pero ojo, fui a crossfit. En la historia de la humanidad me considero un ser creativo por combinar literatura, linguística, energía nuclear y crossfit.


Ayer hubo un viento de reputamadre y lo detesté. No es sencillo vivir sola, que se muevan absolutamente todas las ventanas y que, mientras tanto, tu vecino del piso de abajo escuche porno. 
El vecino de piso de arriba, que es un potro, es tan nabo que mejor ni contar con él, así que me encontré sola, (con The Americans en Netflix igual) haciéndole frente a las adversidad de la vida en soledad.

Hace unos días me hinché las bolas y le dejé una nota. 
Recordemos que mi vecino de abajo escucha la tele súper alto, toda la noche (y todo el día pero me la fumo cuando estoy). Pensé que era el de arriba y un día fui a agitarle el rancho a la 1 y media de la mañana, con un chongo (a modo de guardaespaldas) que se había quedado en mi casa. No solo se la re agité mal, sino que descubrí que el pibe está bárbaro. No tenía la tele prendida, estaba con 3 amigos (el efecto grupo y lo pajera me harán decir "encima estaban todos buenos") tomando una birra y hablando de cómo dormir bebés (btw creo que es padre). Le toqué timbre re sacada (debo admitir q ya le había dejado un cartelito passive agressive pidiéndole que apague la tele a la noche y que estaba cansada de su porno, sic.) vestida con un pantalón violeta con corazones rosas (pijama), una remera de Soda Stereo turquesa y pantuflas, con una gomita de moño fucsia en el pelo y cara de dormida. Fue un gran acto de humillación que se coronó con el chaboncito idiota que me acompañaba haciéndose el pija con sus comentarios, intentando aclarar un "yo estoy con ella" muuuy bolacero. Demás está decir que no lo veo desde ese día a mi patova, desde que posiblemente se creyera la gran caca por haberme acompañado.
En fin, ese día también fui a ver si era el 3ro. No solo no me abrió sino que tenía todas las canillas de su casa abiertas (hasta barajé la posibilidad de que sea un psicópata secuestrador). Le toqué timbre y golpeé la puerta pero no tuve éxito.
Bueno, hete aquí el quid de la cuestión: me hinché las bolas y repartí notas.
Al del 5to. le dejé una nota pidiéndole disculpas y un vino.
Al del 3ro. le dejé una nota pidiéndole encarecidamente que escuche la tele en volumen humano y que me rompe las pelotas escuchar su porno. Que tiene derecho a ver lo que quiera pero que baje un cambio y que si me sigue despertando (como todas las noches) a las 3 de la mañana con sus cosas lo voy a denunciar.
El del 5to. me respondió con un papelito con su número y un "no voy a tomar solo el vino ;)". Eventualmente contaré esa historia -o no- pero se resume en que no somos muy compatibles.
Ahora bien, el del 3ro sigue sin entender qué hace mal, el encargado no me cree que mira porno "porque no tiene el aparato para reproducir video" (nos quedamo´ en los ´90)y los de administración me dijeron que llame a la policía. Poncio Pilato al lado de todos estos era un poroto.

Esta semana, entonces, me enteré de que el vecino sordo y pajero piensa que soy una vieja de mierda y me quiere denunciar por haberle dejado una nota "anónima" que, a todo esto, tiene mi nombre y mi número de departamento. El portero está de vacaciones y la persona que lo cubre, que es su esposa (bendita dinámica de edificios), está totalmente metida en esta historia. Aunque no me termina de creer y usa el argumento "pero cómo, entonces vos escuchas cada vez que se hace una paja¿?", me defiende porque le parezco simpática. Igual creo que pretende que nos caguemos a palos con el viejo, que haya tiros y policía, porque las cosas que me llegan por ella en este dimes y diretes no son reproducibles. Pero, a ver... NO, DON,  tengo 25, pero me levanto temprano y no quiero saber "cuándo se hace pajas". Ya no sé cómo hacer, no sé si me molesta más el ruido o ser tan gruñona, pero las últimas personas que durmieron en casa (amigas, amigos) también escucharon y me da calor.
Y esta catarsis, súper necesaria aunque de tan larga no la lee nadie, no va a hacer que el tipo deje de fastidiarme. Así que hoy tengo un plan muy casero pero en otra casa (no se emocionen fans, nunca tan soltera como ahora, me voy a lo de mis viejos con un sobrino) y mañana veré. Si me sigue jodiendo le voy a pegar todos sus timbres con cinta y salir corriendo a buscar refugio a otro lado.
Por lo pronto, estoy decidida a no permitirle que me arruine mi preciada cotidianidad. Si bien es una mierda vivir sola cuando hay viento como ayer, o lluvias y truenos, no hay nada más lindo que estar tranquila un día lindo, con música y algo lindo para leer.




jueves, 15 de septiembre de 2016

Estoy a dos días de cumplir 25 años.
Se me llenó el culo de preguntas, estoy a punto de crear una de esas editoriales de "25 cosas que debes saber cuando cumples 25 años".
Pero en realidad estoy estudiando, hoy rindo. Y sí, definitivamente el tiempo alcanza para menos cosas, definitivamente ayer me quedé leyendo hasta tarde y hoy me está pasando factura.
Definitivamente los canones sociales siguen aplastando(me) pero no es tan malo no haberme recibido aún, tampoco estar soltera. Empecé crossfit, ayer creo que pude hacer 50 lagartijas en toda la hora. Patéticooooo.
Pero bueno, es catártico. 

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