domingo, 14 de marzo de 2010

Lo que esconde mi noche

Mi inseguridad hace que odie los boliches y que me moleste estar ante muchas personas...
Hay grandes remedios contra mi verguenza de fin de semana, como vestirme a la moda, maquillarme mucho o emborracharme hasta que bailar hasta abajo no sea algo imposible. El problema es que cuando me visto a la moda para no desentonar (shortcito, algo chic en los pies y una remerita moderna), me maquillo (rimmel, a lo sumo una sombra gris) o me pongo en un estado de ebriedad considerable, no me siento yo, me siento una más.
Me gusta más la onda de un bar y si es antro mejor, lugares con gente generalmente considerada aburrida, freak(ie) con la que se puede charlar de todo y seguramente coincida en algo... pero ahí está el otro problema, la gente. La mayoría de las personas me resultan indiferentes, no sé si será miedo, soberbia o incluso timidez; soy bastante insegura (soy, soy, soy, necesito vaciarme y sacarme esta pena para poder hablar de otros) y no me gusta entender que para la vida del otro (un otro que me resulta simpático e interesante, no cualquier otro) puedo no resultar importante. La gente tiene un gran impacto en mi vida e incluso habiendo compartido solo unos minutos con una persona me quedo pensando en ella, por lo que ultimamente tiendo a alejarme y dejar que mis defectos me guíen. (Lo que me gusta del bar es que la gente que va muchas veces demuestra cierto interés en el otro, una onda más tranquila con intereses más notorios y eso me hace sentir más cómoda).

Detesto el ambiente bolichero porque es todo muy efímero, desde el contacto hasta las miradas, nada tiene bases, nada es real... una buena noche se mide en cosecha pero en realidad eso se basa en flacos pajeros que van a chamuyarte para poder tocarte un rato y poder ignorarte después, sin el menor interés en saber algo de tu vida. Eso me molesta tanto como el hecho de que me jode cuando la cosecha es mala, pero es mala porque en un boliche, sobre todo del lugar en el que vivo (es siempre la misma mierda con las mismas caras), lo auténtico no va, y eso significa que las relaciones no son auténticas, que pocos se interesan por los otros... pero es raro, en vez de alegrarme por no atraer la atención de personas que me resultan superficiales, me bajoneo. Ahí entra mi parte de adolescente moderna que se deja llevar por los parámetros de estética del S XXI y le encuentra la falla al being real. No teniendo la oportunidad de quedarme en un lugar de mi agrado, me jode pasar desapercibida en el lugar al que puedo ir... me tira abajo, en momentos así uno entra a compararse. Desde la pendeja de 14-15 que sale con los tacos de quince centímetros hasta la de cuerpo de avispa se vuelven tu competencia... porque el perfil bajo en la noche de acá no va, para que alguien se interese en una, que no es la pendeja de 15 vestida para matar o la de la cintura matadora, tiene que haber sido rechazado varias veces (y no es una cuestión de belleza física, lo que más importa es la imagen, la indumentaria). A la vez, no cuento con un grupo armado de amigos, lo que complica un poco más las cosas... acá es todo muy (y repito esta palabra) superficial, las amistades no importan realmente, hay pocos códigos y muchos gritos, entonces paso a tener buenas amigas por separado y ningún grupo de verdadera contención.

(Me cansé de escribir, hace su entrada la vagancia de domingo por la noche)

En principio espero que la facultad no sea más de lo mismo, empiezo el cbc el 29 del corriente y estoy casi ansiosa por sacarme la duda... obvio que no conozco a todos los que viven en esta zona así que todavía hay posibilidades de encajar con algún grupo antes de irme para la ciudad...

Supongo que soy normal, los defectos e inseguridades de cada uno tienen que encontrar, necesariamente, una vía de escape y los míos salen a relucir con mi problemática nocturna.
Son días bastante movidos, mi cabeza está a mil y noto que en cualquier momento voy a explotar, dejando eso discusiones por doquier, pero empezando la larga y dura tarea de desintoxicarme.

Espero, también, que con esta desintoxicación que se avecina me saque la bronca que le tengo a la noche, la inseguridad que me genera este sitio de vida y la negación para con esos personajes que todavía no pude plasmar.

2 comentarios:

  1. de acuerdo en varias cuestiones,
    detesto el bo li che, no duro mas de 48 segundos,
    es imposible,
    el bar esta bueno
    pero mejor es una casa con amigos, gente que te interese, mas gente que no conoces pero se invita igual, que para eso estan, como en los bares y listo. asunto resuelto

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  2. Todos tenemos inseguridades, quedate tranquila. Y ya hace unos meses que no me pintan más ganas de ir 5 horas a un boliche donde todos/as son iguales. Así que vas a hacer el CBC ? suerte entonces.

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