Confesiones barbaritas

No puedo creer la poca paciencia que tengo, con todos, pero se ve que es conmigo la cosa.
Bar, esto es puramente personal, entre vos y yo (o yo y yo, o bueno, algo así).
Me cansé de todos, de todo... mi vida está bastante monótona, no hay vacaciones en el horizonte porque quieren ir juntas pero no coincidimos ni en dinero ni en destino ,ni en fechas ni en nada...
Matemática me consume, pero no por el estudio sino por el cargo de conciencia de saber que tendría que estar haciendo ejercicios de esa materia en vez de estar escribiendo pelotudeces en mi blog.

Tengo en frente al arbolito de Navidad, en casa se arma, este año temprano... esta re lindo, nunca estuvo tan bonito y no lo digo porque yo fui la decoradora, sino porque está sobrio (no borracho) y pintón.
Y como no queda otra, puedo contar que mi gato no sólo abre mosquiteros sino que esta semana arendió a abrir las ventanas, que empecé a comer pescado, que mi mamá, después de quejarse de mí porque suelo comprar jugos raros, compró jugo de frutos amarillos, rojos y verdes; que Bizcocho (el gato) en este momento está yendo a abrir la ventana, esta vez para salir (sale-entra,sale-entra); que en una casa del vecindario una gata tuvo cría y como no le dan de comer andan los gatitos desnutridos lloriqueando y buscando alimento y me dan mucha lástima...
Que hoy fui al colegio un rato y saludé a mis (ex) compañeros, me dí cuenta de lo poco que compartí con algunos este año (por no decir con todos); que hoy tenía una fiesta de quince pero como queda muy lejos de casa el salón no pude ir y me la perdí y me molesta mucho y que estoy ansiosa, necesito comer, comer y comer... como diría mi padre "son los nervios"... porque el señor siempre le atribuye todo a los nervios, hasta las quebraduras de uñas...

Pero bueno, es viernes, será momento de llamar a mejor amiga o a saliente para hacer algo, señor, sí señor!