miércoles, 20 de julio de 2011

Estuve con humor de mierda todo el martes (ayer) hasta que, a la noche, me comí la gran suma de ocho ñoquis, un postrecito y una espalda. Bueno... no, no me comí una espalda porque no puedo, los brackets no me lo permiten (si no contaría más de 10 ñoquis, jajajaja)... pero puedo decir que me pusieron de buen humor.
Esta mañana, tipo ocho, los trabajadores de la obra PEGADA a mi ventana no hicieron más ruido porque no pudieron, era fisicamente (y todas las leyes de la naturaleza) imposible; sonaba una canilla, maullaba el gato del vecino, qué ondaaaaaaa? me parece que fue complot.

Claro, clarísimo, que ahora (una y media masomeno) no hay un puto ruido, ni siquiera los albañiles... macanudos.
Pero tengo chocolatada, mandarinas, unos brownies olvidados, una excusa (el tupper) y cosas para leer, muchas. Not so bad.

So fax u and let me be.

Será una etapa esto del querer ser o simplemente personalidades.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡Todo comentario es bienvenido!

Archivo del blog