domingo, 24 de julio de 2011

Afuera pudores, afuera medias, afuera tooodo.
Mierda carajo, he dicho. ¿Carajo mierda? ya no me acuerdo.
Quiero playa, Sol, PLAYA. Asia, right now.
Y sacarme de encima estos finales putos, o sea, putos finales. Me agotan, quiero seguir rompiendo maderas y comiendo facturas por ahí.

Y mi percepción está al mango, super chango, super changos.
Un finde raro, hay algo que me encanta, algo que detesto; alguien que se confunde de fotos, un deseo. Un deseo, una envidia sin envidia. Cuando la envidia tiene conciencia pasa a ser deseo, pasa a ser impulso. Es un impulso, I want that. I really do and Im gonna get it, fight for it. You will see. Im gonna tell you I told u.

Tengo un cariño reciente por nueva gente en mi vida, no, no hablo del fulano.
Sí sí sí, sin comas ni signos.Hay un fulano, qué bien que está, fuertecito. Me había desacostumbrado, qué fácil se desacostumbra uno, pero esa facilidad es inversamente proporcional al sufrimiento del desarraigo, contrario a la facilidad que tiene uno de olvidar lo poco que cuesta acostumbrarse. Durando lo mismo, uno llora el desacostumbrarse y no la pérdida. Lloré la falta de ese cuerpo al lado mío a diario, no la pérdida en si. No fue una gran pérdida de hecho, lindo, fuertecito, con paciencia, (te quiero) pero forro. Con demasiadas caras, con demasiados complejos, con demasiadas limitaciones. Disfrazado de dragón, termina por escupir cenizas, pero qué bien le sale.

Take that out, that's my soul.
My soul.
Thats enough, vos, ella, son lindos recuerdos, pero no quiero esa gente en mi vida, por algo desaparecen así, loquitos.
El quicio, no quicio, luz, no luz. I don't wanna go home.
Y por qué no quiero ir, porque estoy en mi casa, y mi percepción sigue alienada, alienada a un futuro incierto, que hay que aceptar cual papa y olor a vainilla.

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