Hace bastante que no tengo un día libre y el trabajo me hinchó las pelotas... encima me quedan dos días más antes del franco y hoy mi cuerpo dijo "basta, no quiero levantar más bandejas".
Es un día un poco negativo, me desperté sintiéndome un poco mal fisicamente y a lo largo del día a lo corporal le sumé lo anímico.
Tengo que dejar de boicotearme, dejar de hacer notas largas con carga densa, tengo que dejarme disfrutar, dejarme querer. Pero cómo cuesta, nunca pensé que dejarse querer costara tanto y nunca me creí tan estúpida como para mirar lo negativo a algo tan positivo. Me pasó algo que ni creía posible y me quejo, busco excusas y hago lo posible para sacarlo de mi vida... la inseguridad me mata, tengo que dejar de boicotearme a mi misma...
Ultimamente volví a estar en mi hoy pensando en mi mañana, como si pensarlo resolviera las cosas y me diera respuestas. No cambia nada hacerse la cabeza, solo me arruino el minuto yo, volví a llenarme de miedos, como si la realidad debiera cambiar necesariamente, parezco estar a la expectativa de lo malo que siempre me pasó. Me creo merecedora de lo malo necesariamente, o tal vez no merecedora de lo bueno. Pero por qué no?!
Tal vez en esta oportunidad no me pasen las malas y pueda quedarme con las buenas, en una de esas puedo soltarme y disfrutar como entiendo que tengo que hacer (y como me dicen que haga)...
En una de esas, también, capaz me anime a dejar fluir mi amor propio... no estaría mal ser siempre segura y no dejarme caer cuando no tengo suficientes horas de sueño.
Sería genial permitirme no mirar el lado negativo y sería genial dejar de poner qué cosas estarían buenas y dejar de racionalizarlas para llevarlas a cabo.
Pensar menos, sufrir menos. Exacto, de la serie pare de sufrir, hoy decidí dejarme querer.
De todos modos, hoy decidí dejarme querer y creo que la cagué con una caligrafía que está al límite del alfabeto árabe.
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