viernes, 22 de abril de 2011

Y lo que pasa es que allá, in the middle of nowhere, las miserias humanas se muestran...

Él se mostró sensible, incluso cariñosísimo... me enseñó a quererlo e incluso a tratarlo, me mostró que si bien viaja solo necesita de alguien igual que yo (solo que no ahora :)).
Ella se mostró mezquina y enloquecía cada fin de semana, cuando las ganancias incrementaban y el verde estaba listo para el bolsillo. Pero también aprendí a quererla e incluso me gustaría compartir algo más con ella, siempre sin dinero de por medio.
Otra de las chicas se mostró infiel y necesitó lo mismo que su otro, engancharse y evitar la soledad.
Yo me mostré insegura y vulnerable, como pocas veces, me mostré necesitada de cariño y me mostré mi interior y mi necesidad de no morir sola. O mi temor a morir sola, como si la muerte fuera algo inmediato y cercano, como si sintiera que estoy tarde para la vida y no lo contrario, que es la realidad. La verdad es que recién llego a la vida... pero quiero lo mismo que otros que llegaron quince años antes.
Ese es mi problema, querer con toda mi alma saltearme cosas, no me parecen tan entretenidas algunas que debería estar viviendo y me atrae la adultez, la misma que voy a querer devolver cuando me alcance.

Pero qué mierda loco, ni siquiera quiero lo que me hace llorar, me indigna, volvería a ese momento en el que me decían que había salvado un viaje, pero el ahora es tan seco, tan distante, qué onda, volvemos a la realidad y ponemos las corazas de vuelta? por qué yo no? cuál es mi coraza? segunda vez que me pasa, mi transparencia me dejó mal parada, pero soy gata y te voy a mostrar que puedo caer de pie.

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