domingo, 25 de octubre de 2009

Bueno, sí.
Sigo con casa sola, ahora vino mi hermano mayor a visitarme, un amor, me gusta que me venga a hacer compañía. Mañana tengo que entregar mil quinientos trabajos atrasados que todavía no empecé, y lo que es peor, tengo que dormir sola.
Sí, no sé por qué pero odio dormir sola. Cenar sola me gusta, o no me molesta, bañarme cuando estoy sola en mi casa tampoco, cocinarme tampoco, pero dormir sola... eso ya es otra cosa.

El jueves en la fiesta de MONUB (naciones unidas) charlé un rato con el embajador de Bolivia, amigo mío y de otra compañera desde el modelo pasado. Le comenté que tenía casa liberada este finde y se vino. Íbamos a ir a jugar tenis con las princesitas pero como se olvidaron la joggineta en la casa de mi mejor amiga se achicaron.
Otra de mis mejores amigas, L, cayó en casa después de mi grito de sorpresa motivado por la visita de M, el embajador que vino desde muy lejos.
Cenamos unos ravioles cocinados por M, estábamos L, M, dos de las alemanas y yo. Después pedimos helado, que tardó más de la media horita de demora, aprox. una hora y cuarto, y cayó A con su alemana, Nessa.
Las dos chicas que estaban acá en casa, Lena y Kira, estaban con caras largas porque querían salir "nunca querés hacer nada". Sí, eso me dijeron las mismas que el sábado pasado se quedaron durmiendo...
En fin, para matarlas, pero sigo después.

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