martes, 8 de noviembre de 2016

Solía ser XXL

Solía ser XXL y ser mi amigo. Compartimos un verano con nieve cuando me fui a laburar a otro país y pensé que me quería por no discriminarlo por obeso. Suena cruel, muy cruel, pero es así; el resto de las chicas no le hablaban y yo me volví muy cercana a él. Eventualmente empezó a decirme que yo soy la novia ideal para los flacos, pero pensé que lo decía porque éramos dos pibes.

Durante ese verano salí con un amigo suyo y cuando volvimos yo empecé mi nueva vida en Buenos Aires y ellos siguieron la suya en Mar del Plata.
A mi chico no lo ví nunca más y tampoco volví a hablar. Con mi amigo hablé muchísimo, me hospedó en su casa, yo en la mía, me llevó a pasear por la costa y merendamos churros con chocolatada varias veces.
Me puse de novia con theroquero y él adelgazó. Debe haber bajado 40 kilos, no exagero. Esta vez tampoco voy a poner fotos para seguir respetando la identidad de las víctimas, pero me encantaría poder transparentar estas historias.

Bueno, ya cuando adelgazó su autoestima se elevó notablemente y empezó a hablarme con otra actitud, más canchero. Yo estaba de novia y no iba a cagar las cosas por mi amigo, porque para mí siempre fue mi amigo, el bajito XXL.
Una vuelta pasó por mi casa anterior (acá en Capital igual) y medio que noté que me miraba distinto, estaba absolutamente feliz de verme, proyectó una visita mía a su casa de allá y ya estaba haciendo planes cuando me hice la boluda y le dije que tenía que irme a lo de mi pareja.
Efectivamente, el siguiente fin de semana me mandó mensajes borracho como siempre, pero esta vez confesó que le gustaba.
De esto hace más de un año. Le dije que me sentía halagada porque sé lo bueno que es y lo quiero mucho pero que realmente no estábamos en la misma situación ya que estaba enamorada de mi novio de ese momento. Ni siquiera estaba tan enganchada con theroquero pero representó una excusa perfecta.
Me mandó mensajes borracho y me llamó todas las veces que tuvo oportunidad.
Cuando se enteró de que theroquero me dejó empezó a hablarme todo-el-tiempo.
Lo mismo hizo el uruguayo, otro que estaba en la friendzone pero por una cuestión de locación y cariño terminé saliendo unos meses con él y no con el otro.
Después del uruguayo vino elchetazodelron y así todo el solíaserXXL me seguía hablando.
Me preguntó en qué parte de capital vivo, le conté, le mandé ubicación para que vea que estoy en un lugar copado, cerca de bares... pero solamente chusmeando en una charla de whatsapp de domingo, nada emocionante ni hot.
No voy a mentir y decir que nunca dí falsas esperanzas a alguien, pero no a este pibe, ¡LO JURO! porque jamás se me había ocurrido darle amor o cuerpo. Nació en la friendzone para mí.

Después de esa charla de la ubicación, que para mí tuvo muy poca o nula relevancia, me comentó que el finde siguiente se iba a Córdoba a ver a unos amigos. Qué bueno, me re alegra, por si no hablamos en la semana te deseo buen viaje. 

El viernes siguiente me despierto para ir a trabajar y tenía, ¡atención!, una foto en mi whatsapp del cartel de cruces de calles de la esquina de mi casa.
Sí, lectoras y lectores, el pibe no se iba a Córdoba, quiso hacer la gran macho de película y sorprenderme en mi casa.
A todo esto, yo tenía que ir a trabajar, así que lo saqué cagando, no sabía qué hacer ni cómo había llegado a ese punto. Me puse a releer conversaciones y no había un puto indicio de que podía tener una chance amorosa conmigo. Es más, le contaba de los pibes a los que me estaba garchando, un nivel de confianza que no daba lugar a histeriqueo. Aparentemente él interpretó otra cosa, se inventó otra interpretación.
Como si fuera poco, yo el lunes siguiente a ese finde rendía, así que tenía que dedicarle mucho tiempo a las lecturas pertinentes y me cayó para el orto que el pibe no entienda nada y venga a obligarme a atenderlo.
Cazó todo de una, se fue a lo de un amigo que tiene acá y se cortó la mayonesa mal. No volvimos a hablar bien nunca más. Me quedé helada, le corté el rostro, yo había estado contándole acerca de todo lo que pasaba en mi vida y el tipo solo pensaba en ponerla ó en jugarla de súper amigo para...ponerla.

Pasó eso, un mes después volvía a capital, no nos vimos, me bloqueó de todos lados, eventualmente me desbloqueaba borracho y me mandaba audios o textos diciéndome cosas, yo ni mú.
Me avisó, en lo sucesivo, cada vez que vino a Capital. No nos vimos nunca, ya ni hablamos. Me llama el domingo diciéndome que venía a Capital HOY, que quería verme aunque todos sus amigos le dicen que es un boludo por seguir intentando conmigo, que sabe que se la pega en la pared siempre pero que quiere verme.

Mi respuesta fue que pienso como los amigos, que debería dejar de intentar y dejar de proyectar en mí una felicidad que no tengo para él. Es muy triste, pero realmente me cargó una responsabilidad de tratarlo con flores y amarlo que no está en mi. Ni siquiera funcionó diciéndole más de una vez que estábamos en otra, que para mí él era un amigo y que no lo veía de la forma en que me ve él. Claramente cuando lo charlábamos estaba tan borracho que después era sencillo olvidarse.

Esta vez insistió, encima me mandó textos diciéndome que él había hecho siempre un esfuerzo -que no le pedí, sí se lo pedía a mi ex con quien estuve años, no a vos- para verme, que se había perdido el cumpleaños del sobrino por venir a sorprenderme -cosa que odié profundamente, su visita y que se haya perdido ese cumpleaños, porque no fue mi culpa!!
¿Cómo puede arrastrarse tanto? Ni siquiera, con una mano en el cuore, ni siquiera lo hice mierda, porque me crié con varones y me permitió dimensionar un poco más este tipo de situaciones; pero honestamente es demasiado bueno. Buenudo, boludo.

Hoy me insistía tanto que le pregunté de qué le servía que nos viéramos, si realmente hay algo que yo pueda hacer por él; no sé, no lo pensé, solo quiero verte . No nos vimos, yo estoy estudiando, tengo un vino preparado para otra persona y le estoy metiendo al estudio a pesar de estar escribiendo esto en un recreo.

Perdón amigo solíaserXXL, no eras mi amigo por ser gordo, no me gustabas porque eras mi amigo, no porque eras gordo, pero no soy la dueña de nada en tu vida, no tengo la capacidad de alegrarte o valorarte o cuidarte de la forma en la que vos no lo hacés.

No fue una historia graciosa sino catártica. No es la primera vez que me demuestran así tan fuertemente cariño, pero justo a este pibe no lo puedo ver ni ahí como algo más y me parte el alma la culpa, la bronca y el hartazgo de tener que rechazarlo una y otra vez.

3 comentarios:

  1. Muy buenas las historias! Una mas divertida que la otra! Seguí así! Saludos!

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    1. Norris! Es mi álter ego para firmar y escribir en mi blog y el de terceros!

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