martes, 13 de diciembre de 2016

No somos tan distintos

A veces está esa bola en el estómago que parece que va a durar para siempre; que va a estar opacando todo durante mucho mucho tiempo. Raroestar que <te> susurra cosas todo el tiempo; cosas que no llegas a escuchar pero que te impiden pensar los otros temas con claridad.
Requiere de mucho valor frenar y escuchar qué te dice
puede ser un "debes tal trabajo", "el mes que viene cobras menos", "deberías estar estudiando en vez de boludear"
siempre son cosas que estrujan la panza
Si tan solo hubiera un San Junipero sin tener que morir.

Y después se pasa.

                      -PERO-

Saquemos una foto ó el momento no existe ni existió.
o contamos todas nuestras vidas o automáticamente no tenemos experiencia en nada.
Mi coequiper de la oficina se echó colonia pompis, me agotó ya ese perfume.
Todos los días, por lo menos ocho chufs chufs por cada pucho que se fuma.
Conozco a una chica que es linda
no es fea
es linda, convencionalmente linda. Piel de porcelana, ojos claros y muy delgada.
Habla mucho pero cuando conversa suele tender a la enseñanza pero no de una forma dulce y pedagógica sino que se malinterpreta para el lado de la pedantería. Seguramente uno muchas veces se horroriza por el espejo que representa el otro, sin embargo en este caso en particular me choca que se pasó un buen rato explicándome cómo salió de su adicción al cigarrillo, y no creo que experiencias tan personales como las adicciones, las pérdidas o los duelos sean para dar cátedra. Tampoco necesito estar todo el tiempo llevándole la contra a la sociedad porque a veces, en algunas cosas -como el pucho rebelde de adolescentes o el whisky a los 25- ser contrera me daña mucho y prefiero hacer un tratamiento criterioso de las infelicidades cotidianas antes de destruirme tanto. "Dejé de fumar en tres semanas" y el mundo alrededor del cigarrillo.
No soy una experta, tengo mis experiencias y me abruma que me den "discursos de autosuperación"... de repente siento que mis ideas se retoban en mi cabeza y no puedo más que sonreír. Mi rebeldía, en esos casos, en sonreír con indulgencia pero me lo replanteo una y otra vez.

Últimamente soy la quinta pata de muchas reuniones por estar soltera, por momentos me importa; empatizo con el anfitrión y  me miro de reojo. Debe ser dificil ser anfitrión de una reunión en la que hay una soltera y no ser Susanita, a mi me salía bien cuando estaba felizmente casada con un rockero, porque todo era rock.
A veces siento infinitas aunque momentáneas ganas de explorar la soledad. Otras veces no soporto la idea de no estar acompañada y me voy con alguna amiga o con algún hermano, me escondo en los abrazos de mis sobrinitos y me río con ellos de un montón de cosas que me devuelven a la realidad.

Hace dos días que se corta la luz en mi departamento, entre las 20-21hs. y dura un par de horas. En otro momento me habría ido corriendo a lo de algún hermano, alguna amiga, a lo de mi mamá, a cualquier lado.
Hace una semana se cumplieron 6 años desde que me fui vivir sola. Me fui de la casa de mis viejos primero a viajar unos meses trabajando de moza en el medio de la nada, después le metí a la carrera como pude (ya en Capital) y acá estoy: trabajando, estudiando y lidiando con una personalidad hipersensible :). Todavía no me recibí, tuve varios trabajos y varios amores, nacieron sobrinos, tuve gatos, mudanzas. Tuve mudanzas de amistades, mudanzas de hogar, mudanza de hábitos. Pero por fín, después de casi un año (cuánta necesidad de cuantificar las postas) de estar sola, me quedo cómoda y feliz un fin de semana largo sin plan fijo.
Me quedo sola y feliz en mi casa sin luz, me quedo sola y feliz un viernes comiendo sushi en mi casa, leyendo, mirando el techo, prendiendo y apagando velitas.
Como si fuera mi cumpleaños, una y otra vez.

Sin embargo, llega una piba como lalindanofea y me lleno de bronca, porque me costó tanto llegar a esta semana en la que me siento bastante bien que me irrita que venga a querer enseñarme y que me mire con lástima porque estoy sola y vivo sola, cuando es una de mis más grandes victorias y todavía no ha terminado ningún aprendizaje.
Mi familia puede ser muy crítica, mis hermanos muy hirientes si tienen ganas, pero nadie me quita o puede negar que vivo sola hace seis años y que le meto la mejor onda y garra a todo. Confundida como generalmente me siento, abrumada y cansada, siempre voy para adelante y por eso me irrita que vengan a enseñarme algo que ya viví en muchas formas posibles.
Que venga una piba a enseñarme cómo dejar de fumar y que se piense concluida por no haber fumado durante tres semanas me sorprende, me irrita, me inquieta.

Durante el año u medio que duró mi terapia con la última psicóloga a la que asistí le mentí. Me lo hizo notar un desconocido. La realidad es que le oculté el elemento de verdad más importante y no sé si fui muy buena mentirosa o muy mala ocultadora. Mi cuerpo no quiere más, mi cuerpo no quiere más despertares con sangre. Hoy estoy feliz con los jazmines que me regalaron en la oficina, los huelo ricos, me encantan.

En este tiempo que estuve sin escribir y con seis o siete entradas sin terminar creo que destaco la felicidad de un amigo virtual y virtuoso nuevo y los jazmines.
Aunque brindo por mis seis años de vivir sola.

Lamento la desprolijidad de esta entrada, calculo que el recorrido es muy personal  y que no es de una claridad óptima, pero es mi espacio y lo necesito.

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