lunes, 5 de abril de 2010

Mis Pascuas fueron igual que mi Navidad.
Sumémosle que de cinco seres vivos que habitamos mi casa, tres están enfermos, por lo que no solo mis viejos andan mal, también uno de mis gatos: Bizcocho.
Tiene una enfermedad felina que hace que le quede, con todo el viento a favor, un mes de vida
(de una vida en la que ya no puede caminar, perdió el manejo de sus patitas y lo nutren con suero porque no tiene fuerzas para tomar o comer).
Así que pasé el fin de semana largo en la casa de unos parientes, sin mi parentela cercana, con el gato enfermo en un canasto (quién nos ha visto y quién nos ve, cuidando tanto a una mascota) y con la cara de orto a flor de piel (porque hay que disimularla).

Vamos carajo!

5 comentarios:

  1. Qué triste... En mi casa mi perro es uno más de la familia, no puedo ni pensar en que se enferme y mucho menos en que muera (aunque es inevitable, porqué la vida canina es tan corta?). No sé cómo será la relación con tu gato en tu casa, pero visto y considerando que en tu blog tiene un espacio importante lo puedo llegar a imaginar. No hay nada que me haga sentir más impotente que el sufrimiento de un animal.
    Bueno, creo que acá iba un comentario alentador y no ésto, pero es lo que salió.

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  2. Sí, mis pascuas fueron iguales la verdad.
    Trato de ponerle onda pero se complica muchas veces.
    Fuerzas con tu mascota, Bar. Entiendo lo que es sufrir por los animales. Son una gran compañía..

    Un beso

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  3. Bajón :/
    Espero que mejore todo :)
    Y que ocurra un milagro con tu gatito u.u

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  4. Que triste lo de tu gato! Espero que no sufra tanto este último tiempo, aunque debe de ser un bajón para vos. Hace un tiempo se murio mi perro y fue horrible.
    Un beso (:

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  5. No, cómo amo a los animales, encima está así pobre ♥
    Ojalá que se mejore...

    Un beso!

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