Compilado bailable I

Siendo domingo a la noche y estando a cinco minutos de asumir finalizado este fin de semana, me dispongo a contar las novedades:

El viernes fui a mi taller literario y después a lo de mi hermano menor. Lo de taller muy bueno, esta vez mandó un par de poemas y un cuento, para variar un poco; yo no había llevado leído el cuento (porque la compu me había andado para el orto y porque cuando mi viejo entró a mi mail para imprimirlo, solo abrió uno de los dos mails, a pesar de mi insistencia "mirá que esta vez son dos") y llegué al edificio con el pesar similar al que sentí ese día en segundo grado en el que no llevé la tarea hecha.
Se sumaron unas chicas más al taller y da la casualidad que una se toma el mismo colectivo que yo para ir a lo de ese hermano, porque vive a media cuadra, así que a partir de la semana pasada me vuelvo acompañada...

El sábado a la mañana anduve a las corridas para llegar a horario a la facultad y cuando estaba entrando, ya tarde, escucho que me gritan "pss pss, a dónde vas nena?". Mi amiga me estaba esperando, cagándose de risa de mi estado frenético por la corrida. Faltó la profesora. Genial, después de mover cielo y tierra para que mi vieja se acercara a buscarme a algún lado para llegar no tan tarde, la mina no estaba. Por suerte a esta chica se le ocurrió ir a comer un pancho e invitamos a una tercera, de Letras también, así que estuvo entretenido (salvo por la parte de la tercera que se la pasó lamentándose de su condición de trabajadora y desmereciéndonos a las restantes por no serlo... a cada un lo suyo, en algún momento tendré que salir a trabajar pero no por eso me voy a creer más o menos superada).

A la tarde cayeron mis hermanos (por fín!) en mi casa, hicimos día tranquilo, jugamos con esa consola china super moderna (Atari????) y bueno, nada.

A la noche tocó salir... no puedo mentir, me encantó mi sábado nocturno.
Estuve un rato con las chicas del colegio hasta que me encontré con mi amiga de la facu, el novio, un vecino y mi vecino (sí, está mal decir "los vecinos").
Terminé pasando la noche con ellos y llamando a mi viejo para pedirle que haga de remis, no es lo mío volverme en un auto con la conductora ebria y mi amiga generlamente no tiene, menos anoche, mucho reparo a la hora de tomar y conducir. Quedo como la cagona, como la "vieja" o incluso aburrida, pero soy una de las personas que más amo en el mundo y me voy a cuidar.
Pero, a pesar del malestar que me generó su borrachera, llegué a casa alegre,... hacía mucho que no tenía esa clase de diversión "sincera", sin prejuicios... esas charlas en las que nadie desacredita a nadie y todos se escuchan y esas idas al boliche en la que el baile no se basa en ver a todas intentando calentar flacos, sino gente cagándose de risa "bailando fiesta". No obstante, lo bueno dura poco así que me parece que el recuerdo de una buena salida me tiene que bastar.

En fín, adiós primer fin de semana sin Bizcocho (no les puedo explicar cómo lo extraño, siempre me lo llevaba a dormir conmigo y lo molestaba cada vez que lo veía, aunque si no lo veía lo buscaba hasta que me diera pelota; pero ahora no, Brigitte es la reina de los animales ariscos...).

¡Adiós!




Ah, no saben lo contenta que me pone ver que algunas personas me leen, está bueno ver que una pasa a ser parte del grupo de adolescentes en el pseudoanonimato cuyos espacios integran el recorrido de páginas web de una persona a la hora de estar al pedo en la pc. ¡Gracias!