martes, 10 de enero de 2017

Todos los años pienso que tu cumpleaños ya no me va a sorprender ni afectar. 10 de Enero y otro día en Marzo. Pienso, de antemano, que la vida ya me apaleó en este tema en particular y que a fechas como estas ya me hice inmune. Sin embargo me desperté afectada, dormí afectada, me acosté afectada y estoy desde ayer con un nudo en la garganta que intenté negar todo el día. Intenté no pensarte y hoy me acaparaste por completo.
Saludo a los demás, queriendo saludarte a vos; hoy ceno con papá y mamá, pero no tarta de zapallito porque ella sigue sin poder hacerla.
Hace muchos años que no te veo y sin embargo sos parte de mi vida cotidiana, te charlo todos los días. Sos mi hermano mayor más chico que yo y cuando veo a nuestros sobrinitos los amo por ser quienes son pero, además, por llevar a cabo la horrible y dificil tarea (que a ellos tan naturalmente les sale) de alegrar la familia después de que te fuiste. ¿Los viste, te hacen reir como a mí?
Calculo que todos los años llego a la misma conclusión: estás vivo dentro de mí, vivo en mis chistes, en mis lecturas; vivo cada vez que tengo miedo y pienso en vos y en la forma especial en que siento que me cuidas. Me encantaría haber crecido con vos, me encantaría haberte conocido más, como el resto de las personas. Pero de a poco, y gracias a tus amigos de las muchas ciudades, te voy conociendo y más me alegro de ser tu hermanita.
Estás en mi corazón, anclando la dificultad de no poner más tu plato en la mesa y la realidad de que ya no estás para escribirme los cuadernos. Estás en mi corazón, ya sin voz pero aferrando recuerdos que espero no se borren nunca.
Todos los años le hago frente al dolor de que mi familia, por más que se agrande, siempre está incompleta en las fotos.
¡Feliz cumple S!



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