miércoles, 4 de abril de 2012

Comprenda usted, señora vida

Ebullición mental en la que tengo ganas de crear: las ganas me consumen, los pensamientos se amontonan y las manos no llegan a obedecerme.No acatan, el tiempo me corre, las ganas se pierden, la sociedad te consume. La computadora te puede, el ocio se convierte en agonía y el tiempo, entonces, me corre. Se pierde, me pierde.

Transito ese momento de mi año en el que recupero amistades, en el que tomo mucho mate, conozco gente y me pongo a dieta. Me pongo a dieta como si sirviera de algo y como si modificar mi cuerpo pudiera modificar mi condición de ser humano. De ser humano, de individuo, de una más, de minúscula. Mi condición humana de mujer, mujer contra varón, mujer como varón, lo mismo, iguales. Lo mismo da, minúscula, siendo mujer o siendo varón. Entonces me quiero cambiar, quiero jugar conmigo, conocerme y manejarme hasta el punto de sentir que tengo control sobre algo cuando en realidad soy nada. Eso apabulla. Sentirse real es sentir ese segundo de primer dolor después de un golpe. Cuando el meñique acaba de golpear la pata de la silla y contás lo incontable -porque es tiempo- para que llegue el dolor, con todo. Ese primer grito de auxilio es sentirse real. Así me siento cuando me pienso infinita. Por lo pequeña.
Porque si mi especie puede pensarse a sí misma y es la única en este momento, estoy cansada. Harta de malgastar mi pensamiento. Quiero mirarme al espejo y que mi especie se vea en su totalidad, sin cuestionamientos banales, sin preocupaciones mundanas. Quiero reconocerme como una mínima expresión de vida, de este proceso evolutivo que a veces -como mujer y, por lo tanto, humana- pienso exclusivo del hombre.
Entonces, entonces. Entonces -una vez más- me remito a la vida cotidiana, a convertir lo cotidiando en real, en la medida justa, a recuperar una vida convencional y llevadera. A divertirme y, principal y ultimamente, a divertirme. Porque si voy a vivir con la lucidez de saberme nada, o todo (que es lo mismo), al menos quiero reir.
Comprenda usted, señora vida, que hoy arranca otro año y quiero que me acompañe.

1 comentario:

  1. "A divertirme y, principal y ultimamente, a divertirme. Porque si voy a vivir con la lucidez de saberme nada, o todo (que es lo mismo), al menos quiero reir."
    Me gustó barbie, saludos

    ResponderEliminar

¡Todo comentario es bienvenido!

Archivo del blog