lunes, 31 de octubre de 2011

En las palabras, en los pensamientos, ¿pasa lo mismo que en la música?
"Hay funciones" pero también hay melodía.
Cada letra, que forma palabra, con sus entramados, me dan coherencia, o cohesión. Ambas, o ninguna y entonces ¿no hay melodía?.
Cada palabra tiene que ser melodía, en la medida en que conocemos otras, en que nos derivamos en otras. Porque eso es una red, pero entonces el mundo es fín último. O la cultura, o la mente. O yo. Que siempre encuentro algo a qué remitirme, una y otra vez.
Y el mundo está lleno de arte. Yo siento que pierdo tiempo. Siento que tengo que irme, a buscar lo mío, a buscarme. Allá. Pero no sé si no es escapar.
Busco excusas, me invento estados mentales y pienso todo muchas veces.
Invité al chico al que pretendo hace ya cuatro meses a pasar un finde conmigo en mi casa. Fue raro, lindo, lindísimo, un sueño reparador, mucho diálogo. Más de lo mismo, en cuerpo y alma. Me dice que cuando está conmigo está en cuerpo y alma y que eso no siempre pasa. Pero punto. No, título es demasiado rótulo, no pasa por ahí. Pasa por el hecho de que ahora no sé qué va a pasar y me asusta. Si soy un objeto de fantasías nada más. Pero me gusta, me dijo cosas que pensé que no sentía, o pensaba, algunas cosas desconcertantes, lindas y guarras, otras simplemente sinceras, como su típico discurso de la entrega en ese momento, de la dualidad. Y yo necesito hacerte mi esquema, mi escenario, no mi causa. Quiero que seas eso, un fondo, no un motivo.
Te quiero en mi vida, pero quiero, primero, mi vida. ¡Mi salud mental!

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