miércoles, 24 de agosto de 2011

Qué tenés ahí?

Llegué a mi casa temprano, me desayuné la causa de mis humores exóticos de los últimos días y me dispuse a estudiar.
Claro que no leí ni una fotocopia completa todavía y sigo dándole vueltas a los mismos asuntos.
Ir a mi casa los fines de semana es una lotería, puedo volver feliz de la vida o super deprimida. Esta vuelta volví más cerca del deprimida que de feliz de la vida pero supongo que de todo se aprende y que tengo que hacer que veinte años no sean al pedo y una simple respuesta sino que valgan la pena.
Tengo esa sensación de estar olviándome de algo primordial, ayer iba por la calle y me sentía desprotegida, como si me hubiera puesto el sweater al revés o como si tuviera ojotas puestas en medio de este asqueroso invierno.
Y fui de visitas, lo fui de visitas y me sorprendió: primero porque es más yo de lo que pensaba y eso quiere decir que puedo ser más yo de lo que esperaba (esto del diálogo a mí se me hace muy ameno pero a mi pasado no) y segundo y debido a lo primero, que no estaría mal que baje un poco la guardia. Vivo a la defensiva (es que dos por tres me topo con cada idiota...) y por eso terminé oscureciendo lo ya oscuro cuando mi idea era aclarar.
Pensando, entonces, entiendo que lo que estoy olvidando es de ser un poco más y pensar un poco menos, de dejarme llevar, como puedo y me gusta hacerlo... no hablo de esperar a que las cosas sucedan sino ver cómo las cosas se suceden sin forzarlas. Right?

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