sábado, 4 de junio de 2011

No hay derecho.
Logré sentirme liviana (livianísima) en lo que respecta a este flaco con el que salí un tiempo, incluso logré reirme de gran parte de su discursillo... Increíble, logré nuevamente sentirme yo, sin necesitar nada, apareció mi yo auténtico.
Qué se me ocurrió hacer? salir a un bar con mi amiga F y su compañero de facultad.
De repente quería que me mirara, de repente él también buscaba mi mirada, de repente nos reíamos juntos, de repente coincidíamos en muchísimas cosas, de repente alguien me dice que soy una sorpresa, de repente la historia se repite, de repente pienso en alguien. De repente, de repente, de repente, me levanté con una muy buena sonrisa.

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